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Museos de Medellín

Museos  en el centro de Medellín: para todos los gustos


Foto Maritza Ruiz. Museo de Antioquia, Medellín

* La actividad de las artes plásticas tiene un  ritmo dinámico en el centro de Medellín. 
* Obras realizadas por artistas nacionales y extranjeros se presentan en galerías, museos y cajas de compensación  familiar.
* La ruta de museos acerca  el arte y la cultura a la ciudadanía
 

Para quien recorra el centro de Medellín, no es  extrañar que pueda encontrar diversos sitios de interés cultural, bien se puede hacer un recorrido mental desde La Plazuela San Ignacio, el Parque de San Antonio, pasando por la Avenida La Playa, El Palo hasta el Parque de Berrio y de ese modo encontrarse con diversas entidades que promueven el arte en la ciudad.
Para mencionar unos cuantos  lugares de la ruta de la Cultura en la ciudad se tienen: La Plaza de las esculturas como antesala al Museo de Antioquia, La galería de Arte del Centro Colombo Americano, El Palacio Nacional, La Galería de Arte de la Alianza Francesa y las salas de exposición de las cajas de compensación familiar de Comfama y Comfenalco.
Asumiendo el rol de un turista  que llega por primera vez a la ciudad, decidí visitar la ruta de los museos ubicados en el centro llevé grabadora de periodista, mapa de la  ciudad, lápiz y papel a fin de conocer mi ubicación en cada momento y así lograr disfrutar de esta experiencia al máximo.
 

Arte y fama en Comfama

MI primera visita  fue a las cajas de compensación familiar Comfama y Comfenalco ubicadas en el sector  de San Ignacio y La Playa respectivamente.
El recorrido empezó en el cuarto piso de Comfama, que es donde se encuentra ubicado estratégicamente, la sala de exposiciones, puesto que cualquier cinéfilo al concluir su jornada cinematográfica, la encuentra de frente. Pues bien, esta galería está  en el ala derecha, al llegar se puede ver cuadros en diferentes  tamaños, formatos y colores, aunque hay una característica a resaltar, es el carácter tradicional y costumbrista de las obras expuestas.
El público potencial son los alumnos de los cursos que allí se dictan  y alumnos de otros colegios, adultos, personas de la tercera edad y cualquier desprevenido transeúnte.
Al hablar con la curadora de la sala de exposiciones Natalia Gaviria me  enteré que Comfama sólo tiene  tres salas  principales en las sedes de los barrios Aranjuez, San Ignacio  y  Tutucán en Rionegro debido al espacio y al flujo de visitantes.
Para las exposiciones, unas veces los artistas llaman vía telefónica  y en ocasiones   es a  partir de los amigos y conocidos de las universidades. Ellos presentan el currículo  que debe contener datos personales, su experiencia laboral, si ha expuesto, una reseña de la obra ya sea realizada  por otro artista o por  él mismo, y con esa información, el Comité de Curaduría  se reúne  y se hace la selección. “Las exposiciones se realizan  de manera regular  cada mes, y es relativamente fácil exponer en es la sala, ya que se reciben entre  2 y 3 hojas de vida por trimestre, entonces Comfama no se da el lujo de rechazarlos.” Expresó Natalia Gaviria. Así que  si usted, desprevenido lector, es un artista en potencia o  tiene una obra artística que desea exponer, bien puede ser esta su oportunidad de presentar  su trabajo en público.
 

Museo en la playa

Después de mirar en el mapa de la ciudad ubiqué a Comfenalco entre La Playa con la Avenida Oriental y me dirigí hacia allí. La sala de exposiciones está localizada en el primer piso el sector de la izquierda y en contraste con la sala de Comfama, hay una gran gama de estilos con temas más contemporáneos y abstractos así como con tendencias del arte actual.
La diferencia de públicos se hace evidente, puesto que en Comfama proliferan los estudiantes de colegio, mientras que en Comfenalco se observa un mayor número  de adultos y esto hace  el ambiente diferente.
En cuanto al montaje  de las exposiciones, Comfenalco suele romper el canon establecido, ya que el espacio es adecuado a las necesidades de la exposición.

 
 

Centro Colombo Americano para todos

En la segunda visita  caminé hacia el sector de El Palo con Maracaibo, en busca de La Galería de Arte del Centro Colombo Americano. La sensación de estar allí para muchos, puede ser parecida al comercial del banco Davivienda, es decir, muchas personas sienten que están en el lugar equivocado, ya que el público que lo frecuenta estudia inglés allí o va a asistir al cine que es de carácter independiente, sus clases de inglés, a leer “in English”, o para irse a tomar un cafecito en el exclusivo Café Colombo. Por esta y muchas razones más, se observa que la gente que departe tiene gustos, expectativas e intereses diferentes.
La Galería de El Colombo  está ubicada en el segundo piso a la izquierda, pero si se hace un recorrido por esta institución en general, se encuentra  con un detalle especial, los pasillos están decorados con fotografías, cuadros, obras o montajes que abarcan  toda la pared izquierda del cuarto piso.
 
 

Caminando entre gordas
Volviendo a la cotidianidad de la vida, que se encuentra más allá del Centro Colombo Americano  fui a visitar a “las gordas”, es decir, las protuberantes señoras hechas por el maestro Fernando Botero, las cuales constituyen el primer referente del Museo de Antioquia para propios y extraños, por eso no es de ignorar que este es el museo más importante que tiene la ciudad. El visitante de este sitio, si lo desea puede hacer un recorrido libre o conseguir un grupo de 25 amigos o entre quienes resulten aproximadamente para  solicitar una visita guiada   vía telefónica.
No se olvide, si usted quiere alardear de su buena cultura general, debe saber que cada sala está adoptada  por una empresa o entidad, de esta forma actúan como padrinos Bancolombia, Suramericana, La Compañía Nacional de Chocolates, Noel, El Colombiano y La Cámara de Comercio, entre otros. 
La diversidad en este museo es para todos los gustos puesto que hay salas permanentes, temporales, de proyecciones, de cine, auditorios y una sala virtual, al igual que un programa llamado: Escuela Libre, La Biblioteca Jaime  Hincapié Santa María, El Taller de Conservación y Restauración y un Fondo Editorial.
 

Souvenires  y Antojitos...
Además del deleite cultural, el visitante podrá deleitar su paladar en el Café Botero,  en el que si usted nunca ha visitado, no vaya a creer que lo único que venden es café porque la oferta incluye desde menú ejecutivo, hasta una amplia carta  internacional, cafés y postres, al igual que vinos y licores. O si está de afán  y prefiere una comida rápida, no necesita salir del museo, pues en su interior encontrará EL Café Sophia, propicio para el encuentro con sus 25 amigos si usted desea realizar una visita  guiada. Pero no se puede ir sin llevarse un souvenir, ya que para los compradores compulsivos  o para los visitantes que quieran tener en su casa una  sucursal del museo podrán encontrar afiches, agendas, libros, postales, réplicas, camisetas y muchos artículos más que conforman la oferta de las tiendas. La mayoría de los diseños  están inspirados en las obras del museo y en su propia imagen institucional.
Ubicado en la fachada occidental del edificio, se halla una exhibición museográfica de las artesanías más representativas y de mayor calidad del país, estamos hablando de MOLA, una empresa y mercado de las artesanías que reúne conceptos culturales, comerciales  y artesanales con la misión  de divulgar el patrimonio artesanal del país.
Dentro del portafolio de servicios se incluye la organización de desayunos, almuerzos, cenas, cócteles, desfiles, ruedas de prensa, reuniones de juntas directivas, presentación de proyectos  empresariales, entre otras opciones, ya que este hermoso edificio que le sirve de sede al museo, se convierte ocasionalmente en agradables espacios  para la realización de eventos empresariales, protocolarios, sociales, corporativos e institucionales, ya sabrá usted  porque  éste tiene un alto grado de distinción con respecto a los demás museos, ya que en éste, hasta el alcalde y el Concejo Municipal tienen su propia sala.
 

La casa del pueblo o el Palacio De la Cultura
En el corazón del Parque de Berrio se encuentra  la denominada “Casa del Pueblo”,  llamada así por el personal  administrativo ya que el ingreso es gratuito y se espera a todos con los brazos abiertos. Así, aquel edificio con paredes de ajedrez sólo corresponde en su construcción  a la cuarta parte, es decir, en términos sencillos, que si se hubiera construido en su totalidad, no existiría  hoy el Museo de Antioquia   en la ubicación en que lo conocemos y hasta las gordas se convertirían en desplazadas, incrementando con creces el número nacional de ellos.
El Palacio de la Cultura cuenta en su primer piso con una sala permanente  que es la del político Rafael Uribe, y  dos galerías  itinerantes que son las de Calibio y la de Bolívar, cuyos nombres obedecen a la ubicación de las calles aledañas al palacio.
El protagonista de este museo es el ya mencionado Rafael Uribe, ya en su sala se conservan objetos personales como: su espada, su armadura, monedas de la época, manuscritos, retratos, una maquina contadora y un gran armario de roble que cautiva al visitante por su buen estado de conservación así como por los detalles esculpidos sobre la madera, que lo hacen digno objeto de contemplación de la época.
La sala de mayor tamaño es la de Bolívar, que reúne más de  cinco habitaciones consecutivas, por ello es la que se prefiere  para las exposiciones de mayor importancia, como es el caso de una  gran exposición compuesta por más de 3.000 cruces y crucifijos  pertenecientes a un cura Antioqueño: Roberto Hoyos, quien se dio a la tarea de coleccionar  cruces y crucifijos en madera, acrílico, oro, bronce de diferentes formas, colores y tamaños.
En la sala de Calibio también se pueden ver  exposiciones colectivas, es decir, una muestra de varios artistas,  por ejemplo, procedentes de un concurso regional de pintura que se realice en municipios antioqueños, de modo que el Palacio de la Cultura es el primer viaje de los muchos recorridos que van a realizar  dichas exposiciones, puesto que el museo  cuenta con un proyecto que consiste en extender el arte hacía las regiones, hacia los diferentes pueblos, veredas y caseríos  que soliciten  estas obras en calidad de préstamo.
El material expuesto en este museo, difiere en gran medida de las salas de arte antes visitadas, ya que el palacio no se enfoca en el Modernismo, Expresionismo o en líneas artísticas muy específicas, sino que se le da  relevancia al arte antioqueño en todos sus aspectos.
Para los que piensan que este edificio es una iglesia o un castillo, esta es la oportunidad precisa para que se enteren de que se trata de una Gran Casa de la cultura, y lo mejor: ¡la entrada es gratis! Así que si usted trabajador, adulto, joven, niño o simple transeúnte se encuentra caminando por el Parque de Berrio o en La Plazuela Nutibara y le urge la necesidad de utilizar un baño no, se dirija a establecimientos que le cobran  entre $500 y $800, sino que no pase de largo esta oportunidad y necesidad, ya que completamente gratis podrá ingresar al palacio con la excusa de que visitará la galería de arte, y como no pretendo hacer una apología de la mentira en este  escrito, le recomiendo que la visite de verdad y conozca el arte antioqueño, o bien puede ir a relajarse con una buena  lectura al interior del patio central, ir a disfrutar de películas en la cúpula durante las horas de la tarde o preguntar por los cursos permanentes y gratuitos sobre baile, escultura y dibujo que se llevan a cabo en el palacio.

Asumiendo nuevamente el rol de turista puedo concluir que Medellín es una ciudad polifacética, cuyo centro  incluye a todos y todas, dando gusto a las expectativas  e intereses  de las personas que convergen en ella; de modo que usted ya no tiene  excusa para dejar de visitar estos sitios de interés cultural, puesto que si le da pereza  ir hasta el centro, alégrese, los museos son un buen pretexto para aprender y  disfrutar.