* La actividad de las artes plásticas tiene un ritmo dinámico en el centro de Medellín.
* La ruta de museos acerca el arte y la cultura a la ciudadanía
Para quien recorra
el centro de Medellín, no es extrañar
que pueda encontrar diversos sitios de interés cultural, bien se puede hacer un
recorrido mental desde La
Plazuela San Ignacio, el Parque de San Antonio, pasando por la Avenida La Playa, El
Palo hasta el Parque de Berrio y de ese modo encontrarse con diversas entidades
que promueven el arte en la ciudad.
Para mencionar unos
cuantos lugares de la ruta de la Cultura en la ciudad se
tienen: La Plaza
de las esculturas como antesala al Museo de Antioquia, La galería de Arte del
Centro Colombo Americano, El Palacio Nacional, La Galería de Arte de la Alianza Francesa
y las salas de exposición de las cajas de compensación familiar de Comfama y
Comfenalco.
Asumiendo el rol de un turista que llega por primera vez a la ciudad, decidí
visitar la ruta de los museos ubicados en el centro llevé grabadora de
periodista, mapa de la ciudad, lápiz y
papel a fin de conocer mi ubicación en cada momento y así lograr disfrutar de
esta experiencia al máximo.
Arte
y fama en Comfama
MI primera visita fue a las cajas de compensación familiar
Comfama y Comfenalco ubicadas en el sector
de San Ignacio y La Playa
respectivamente.
El recorrido empezó en el cuarto piso
de Comfama, que es donde se encuentra ubicado estratégicamente, la sala de
exposiciones, puesto que cualquier cinéfilo al concluir su jornada
cinematográfica, la encuentra de frente. Pues bien, esta galería está en el ala derecha, al llegar se puede ver
cuadros en diferentes tamaños, formatos
y colores, aunque hay una característica a resaltar, es el carácter tradicional
y costumbrista de las obras expuestas.
El público potencial son los alumnos
de los cursos que allí se dictan y
alumnos de otros colegios, adultos, personas de la tercera edad y cualquier
desprevenido transeúnte.
Al hablar con la curadora de la sala
de exposiciones Natalia Gaviria me
enteré que Comfama sólo tiene
tres salas principales en las
sedes de los barrios Aranjuez, San Ignacio
y Tutucán en Rionegro debido al
espacio y al flujo de visitantes.
Para las exposiciones, unas veces los
artistas llaman vía telefónica y en
ocasiones es a partir de los amigos y conocidos de las
universidades. Ellos presentan el currículo
que debe contener datos personales, su experiencia laboral, si ha
expuesto, una reseña de la obra ya sea realizada por otro artista o por él mismo, y con esa información, el Comité de
Curaduría se reúne y se hace la selección. “Las exposiciones se
realizan de manera regular cada mes, y es relativamente fácil exponer en
es la sala, ya que se reciben entre 2 y
3 hojas de vida por trimestre, entonces Comfama no se da el lujo de
rechazarlos.” Expresó Natalia Gaviria. Así que
si usted, desprevenido lector, es un artista en potencia o tiene una obra artística que desea exponer,
bien puede ser esta su oportunidad de presentar
su trabajo en público.
Museo
en la playa
Después de mirar en el mapa de la
ciudad ubiqué a Comfenalco entre La
Playa con la Avenida Oriental y me dirigí hacia allí. La sala
de exposiciones está localizada en el primer piso el sector de la izquierda y
en contraste con la sala de Comfama, hay una gran gama de estilos con temas más
contemporáneos y abstractos así como con tendencias del arte actual.
La diferencia de
públicos se hace evidente, puesto que en Comfama proliferan los estudiantes de
colegio, mientras que en Comfenalco se observa un mayor número de adultos y esto hace el ambiente diferente.
En cuanto al montaje de las exposiciones, Comfenalco suele romper
el canon establecido, ya que el espacio es adecuado a las necesidades de la
exposición.
Centro
Colombo Americano para todos
En la segunda
visita caminé hacia el sector de El Palo
con Maracaibo, en busca de La
Galería de Arte del Centro Colombo Americano. La sensación de
estar allí para muchos, puede ser parecida al comercial del banco Davivienda,
es decir, muchas personas sienten que están en el lugar equivocado, ya que el
público que lo frecuenta estudia inglés allí o va a asistir al cine que es de
carácter independiente, sus clases de inglés, a leer “in English”, o para irse
a tomar un cafecito en el exclusivo Café Colombo. Por esta y muchas razones
más, se observa que la gente que departe tiene gustos, expectativas e intereses
diferentes.
Caminando entre
gordas
Volviendo a la
cotidianidad de la vida, que se encuentra más allá del Centro Colombo
Americano fui a visitar a “las
gordas”, es decir, las protuberantes señoras hechas por el maestro Fernando
Botero, las cuales constituyen el primer referente del Museo de Antioquia para
propios y extraños, por eso no es de ignorar que este es el museo más
importante que tiene la ciudad. El visitante de este sitio, si lo desea puede
hacer un recorrido libre o conseguir un grupo de 25 amigos o entre quienes
resulten aproximadamente para solicitar
una visita guiada vía telefónica.
No se olvide, si
usted quiere alardear de su buena cultura general, debe saber que cada sala
está adoptada por una empresa o entidad,
de esta forma actúan como padrinos Bancolombia, Suramericana, La Compañía Nacional
de Chocolates, Noel, El Colombiano y La Cámara de Comercio, entre otros.
La diversidad en
este museo es para todos los gustos puesto que hay salas permanentes,
temporales, de proyecciones, de cine, auditorios y una sala virtual, al igual
que un programa llamado: Escuela Libre, La Biblioteca Jaime Hincapié Santa María, El Taller de
Conservación y Restauración y un Fondo Editorial.
Souvenires y Antojitos...
Además del deleite
cultural, el visitante podrá deleitar su paladar en el Café Botero, en el que si usted nunca ha visitado, no vaya
a creer que lo único que venden es café porque la oferta incluye desde menú
ejecutivo, hasta una amplia carta
internacional, cafés y postres, al igual que vinos y licores. O si está
de afán y prefiere una comida rápida, no
necesita salir del museo, pues en su interior encontrará EL Café Sophia, propicio
para el encuentro con sus 25 amigos si usted desea realizar una visita guiada. Pero no se puede ir sin llevarse un souvenir,
ya que para los compradores compulsivos
o para los visitantes que quieran tener en su casa una sucursal del museo podrán encontrar afiches,
agendas, libros, postales, réplicas, camisetas y muchos artículos más
que conforman la oferta de las tiendas. La mayoría de los diseños están inspirados en las obras del museo y en
su propia imagen institucional.
Ubicado en la
fachada occidental del edificio, se halla una exhibición museográfica de las
artesanías más representativas y de mayor calidad del país, estamos hablando de
MOLA, una empresa y mercado de las artesanías que reúne conceptos
culturales, comerciales y artesanales
con la misión de divulgar el patrimonio artesanal
del país.
Dentro del
portafolio de servicios se incluye la organización de desayunos, almuerzos,
cenas, cócteles, desfiles, ruedas de prensa, reuniones de juntas directivas,
presentación de proyectos empresariales,
entre otras opciones, ya que este hermoso edificio que le sirve de sede al
museo, se convierte ocasionalmente en agradables espacios para la realización de eventos empresariales,
protocolarios, sociales, corporativos e institucionales, ya sabrá usted porque
éste tiene un alto grado de distinción con respecto a los demás museos,
ya que en éste, hasta el alcalde y el Concejo Municipal tienen su propia sala.
La casa del
pueblo o el Palacio De la
Cultura
En el corazón del Parque de Berrio se encuentra la denominada “Casa del Pueblo”, llamada así por el personal administrativo ya que el ingreso es gratuito
y se espera a todos con los brazos abiertos. Así, aquel edificio con paredes de
ajedrez sólo corresponde en su construcción
a la cuarta parte, es decir, en términos sencillos, que si se hubiera
construido en su totalidad, no existiría
hoy el Museo de Antioquia en la
ubicación en que lo conocemos y hasta las gordas se convertirían en desplazadas,
incrementando con creces el número nacional de ellos.
El Palacio de la Cultura cuenta en su
primer piso con una sala permanente
que es la del político Rafael Uribe, y dos galerías
itinerantes que son las de Calibio y la de Bolívar, cuyos
nombres obedecen a la ubicación de las calles aledañas al palacio.
El protagonista de
este museo es el ya mencionado Rafael Uribe, ya en su sala se conservan
objetos personales como: su espada, su armadura, monedas de la época,
manuscritos, retratos, una maquina contadora y un gran armario de roble que
cautiva al visitante por su buen estado de conservación así como por los
detalles esculpidos sobre la madera, que lo hacen digno objeto de contemplación
de la época.
La sala de mayor
tamaño es la de Bolívar, que reúne más de cinco habitaciones consecutivas, por ello es
la que se prefiere para las exposiciones
de mayor importancia, como es el caso de una
gran exposición compuesta por más de 3.000 cruces y crucifijos pertenecientes a un cura Antioqueño: Roberto
Hoyos, quien se dio a la tarea de coleccionar cruces y crucifijos en madera, acrílico, oro,
bronce de diferentes formas, colores y tamaños.
En la sala de Calibio
también se pueden ver exposiciones
colectivas, es decir, una muestra de varios artistas, por ejemplo, procedentes de un concurso
regional de pintura que se realice en municipios antioqueños, de modo que el
Palacio de la Cultura
es el primer viaje de los muchos recorridos que van a realizar dichas exposiciones, puesto que el museo cuenta con un proyecto que consiste en
extender el arte hacía las regiones, hacia los diferentes pueblos, veredas y
caseríos que soliciten estas obras en calidad de préstamo.
El material
expuesto en este museo, difiere en gran medida de las salas de arte antes
visitadas, ya que el palacio no se enfoca en el Modernismo, Expresionismo o en
líneas artísticas muy específicas, sino que se le da relevancia al arte antioqueño en todos sus
aspectos.
Para los que
piensan que este edificio es una iglesia o un castillo, esta es la oportunidad
precisa para que se enteren de que se trata de una Gran Casa de la
cultura, y lo mejor: ¡la entrada es gratis! Así que si usted trabajador,
adulto, joven, niño o simple transeúnte se encuentra caminando por el Parque de
Berrio o en La
Plazuela Nutibara y le urge la necesidad de utilizar un baño
no, se dirija a establecimientos que le cobran
entre $500 y $800, sino que no pase de largo esta oportunidad y
necesidad, ya que completamente gratis podrá ingresar al palacio con la excusa
de que visitará la galería de arte, y como no pretendo hacer una apología de la
mentira en este escrito, le recomiendo
que la visite de verdad y conozca el arte antioqueño, o bien puede ir a
relajarse con una buena lectura al
interior del patio central, ir a disfrutar de películas en la cúpula durante
las horas de la tarde o preguntar por los cursos permanentes y gratuitos sobre
baile, escultura y dibujo que se llevan a cabo en el palacio.
Asumiendo
nuevamente el rol de turista puedo concluir que Medellín es una ciudad
polifacética, cuyo centro incluye a
todos y todas, dando gusto a las expectativas
e intereses de las personas que
convergen en ella; de modo que usted ya no tiene excusa para dejar de visitar estos sitios de
interés cultural, puesto que si le da pereza
ir hasta el centro, alégrese, los museos son un buen pretexto para
aprender y disfrutar.