Foto Maritza Ruiz.
* El evento llega a su versión número 19 organizado por Corpo 70
* El ingreso es gratuito y será desde las 10:00 a.m. y hasta las 12 de la noche
* Además de las fondas habrá artesanos y comerciantes de la carrera 70
Habitualmente el sendero
del Río Medellín entre el Puente de
Guayaquil y el edificio de las Empresas Públicas suele ser visitado en
diciembre con motivo de los alumbrados navideños, pero durante la Feria de las Flores, éste
sendero recibe a miles de visitantes para apreciar la muestra representativa de
arrieros, mulas y fondas, en su
decimoséptima versión organizada como es tradición por Corpo 70, La Asociación
de Comerciantes de la carrera 70, con el
propósito de afianzar las tradiciones y
la cultura antioqueña. Acompáñeme a hacer el recorrido y a conocer el significado del evento.
¿Cómo se define el evento?
El programa de Arrieros, Mulas y
Fondas es la representación de los caminos de herradura recorridos por los
ancestros antioqueños por ello se convierte en
un evento donde participan las
delegaciones de varios municipios y
corregimientos del departamento, donde
exponen lo más representativo de sus
costumbres, su música, su gastronomía, sus productos agrícolas, sus artesanías
y sus personajes típicos. Este evento sirve en primer lugar para
acercar a los habitantes de
Medellín al conocimiento de los municipios antioqueños, y en segunda
instancia para que las colonias de los municipios participantes se reúnan,
algunos de ellos, dejaron sus pueblos para
radicarse en Medellín y desde entonces habían perdido contacto con sus
pueblos.
¿Por qué arrieros, mulas y fondas?
El nombre del evento se refiere a tres componentes básicos de la
tradición antioqueña, los arrieros evocan a los hombres cuyo trabajo consistía
en montar animales de carga como la mula
y cruzar las montañas antioqueñas para llevar los productos a otros lugares; por su parte la fonda,
representa a una cantina donde se
preparan comidas y bebidas y allí llegaba el arriero después de haber recorrido muchos kilómetros para refrescarse,
charlar con otros arrieros, e informar
sobre las noticias y las cargas que llevaba.
¿Qué se puede ver en el recorrido?
Habitualmente caminar por
el sendero del río entre el Puente de Guayaquil y el edificio de las Empresas Públicas
demora alrededor de 30 minutos pero con
motivo del evento: Arrieros, mula y fondas puede tardar entre dos y dos horas y
media debido a la cantidad de gente y al atractivo de las
fondas, las chirimías, los platos típicos, y las
artesanías.
El recorrido se inicia
desde el Puente de Guayaquil en sentido sur-norte hasta el edificio de las
Empresas Públicas, y hacia el lado derecho se pueden ver las artesanías y puntos de venta de dulces, guarapo y todo tipo de comidas
típicas; y hacia el lado izquierdo
se aprecia en hilera el conjunto de fondas
participantes y así mismo, chozas con
alimentos y bebidas alcohólicas.
En la parte posterior de las fondas, propiamente donde están los
antiguos rieles del ferrocarril de Antioquia,
se aprecian los fogones de leña con grandes ollas llenas de sancocho, mondongo,
morcilla, etc; las parrillas
típicas de los Llanos orientales
que se emplean para la carne azada; los arrumes de caña de azúcar para
el guarapo, los costales con leña, y hasta mulas amarradas a los árboles.
A disfrutar la gastronomía paisa
En las fondas el visitante
encontrará toda clase de platos típicos, dulces, y bebidas y también estarán
los venteros de comida censados y autorizados
por Corpo 70, y mientras va comiendo o tomando podrá antojarse de las artesanías, las cuales están organizadas
de acuerdo con la inscripción previa
para una mayor organización. A
disfrutar: claro con panela, mazorca, arepas de chócolo, morcilla, chorizos con
papas y arepa, bandejas paisa y mucho más…
Música parrandera por doquier
Los visitantes no solo van a observar las fondas con sus artículos típicos, sino a “parrandear” es decir, a bailar, la música popular
antioqueña que se escucha en todos los pueblos, camiones de escalera y la cual evocan los arrieros, y para ello
cuentan con sus chirimías, grupos vallenatos, danzas, grupos de música
carrilera, y varios tablados ubicados en
las conchas o escenarios propios de la Avenida del Río; además de
las infaltables bandas municipales.
También estuvo presente la
emisora más emblemática de la
Música popular: Guasca F.M. con su fonda
y muchos curiosos y apasionados de la música guasca, carrilera,
de despecho y acompañados con el tradicional aguardiente.
Los miembros de las colonias bailan dentro de las fondas y hasta afuera, por eso
se hace difícil transitar rápidamente, pero su alegría es contagiosa, corean
las canciones, mueven sus sombreros y sus ponchos, ya sea bailando en parejas, en
rondas o formando un trencito, pero a todos se les ve muy orgullosos de ser
antioqueños.
Letreros, refranes y dichos
antioqueños
En cada fonda llama la atención los nombres que las
identifican elaboradas en tablas de pino, en costal y en madera tradicional de
Antioquia, en ellos
no hay una estética estándar, ya que se aprecian nombres de grandes
tamaños, colores, lo que podría ser considerado como mala ortografía, pero que
hace parte del dialecto paisa. Los nombres son alusivos a los productos típicos de la
región, a las
zonas turísticas o al gentilicio, por ejemplo: “Fonda Los Frutales”
correspondiente al municipio de Sopetrán cuya economía se basa en las
frutas.
Además el visitante, puede disfrutar leyendo
refranes, dichos, piropos, exageraciones e invitaciones que hacen parte del saber popular, como éstos: “Pa’
morir no hay afán”, “O bien casada o bien quedada”
Las fondas y su decoración
Quizás para el participante de la Fonda o los miembros de la
colonia del municipio residentes en Medellín, su fonda es la mejor por su decoración, originalidad y por el
empeño que pusieron en su preparación,
pero para el visitante resulta difícil tomará una posición porque cada
municipio muestra la más representativo y para quienes conocen por primera vez
el evento, todo resulta interesante.
La fonda representa la
casa campesina de los antioqueños
construida con guadua, pino, paja y tapia, propia del siglo XX y cada
delegación se ha encargado de representarla lo mejor posible, siendo las características comunes: un
corredor exterior cerrado con una baranda o pasamanos de madera; la silla
mecedora, las materas muy florecidas,
las cortinas de tela con flores, el
baúl, y en su interior, todos los implementos
propios de la cocina, la sala, las habitaciones, el patio, el corredor. Por
estas y por muchas razones, vale la pena conocer el interior de las fondas.
Una fonda homenajea a Uribe
Salgar es un municipio
antioqueño donde el reelecto presidente
de Colombia Álvaro Uribe Vélez pasó
gratos momentos de su infancia ya
que allí estaba ubicada la finca de sus
abuelos, tierra a la cual Uribe ha
manifestado su aprecio, el cual es reciproco, en tanto este municipio le ha dado
un gran respaldo electoral y en su
fonda llamada: “Salgar Viejo” le rinde
un sencillo homenaje con la exposiciones de varia fotografías de Uribe en compañía de importantes personalidades de
Salgar y durante sus visitas al municipio.
El reconocimiento y la premiación
El mayor reconocimiento
que los visitantes le puede hacer a las
delegaciones y colonias participantes es el aplauso, la vista, el disfrute de
sus productos, el aprendizaje de sus tradiciones, pero los organizadores han dispuesto varios premios para resaltar la música, la gastronomía y los componentes
de las fondas. Dicha premiación será el domingo 6 de agosto cuando se reconozca
al Arriero más baquiano, el Arriero más ataviado, la mejor fonda, la
mejor mula de carga, el mejor grupo de música de carrilera, la mejor pareja
pregonera y baquiano; el mejor plato típico y el mejor arreglo floral.
En total, serán 20
millones de pesos para repartir entre los ganadores de los concursos, uno de los premios más grandes será el de la
mejor fonda típica con seis millones de pesos entre los tres primeros puestos,
y el mejor desfile folclórico, con tres millones y medios de pesos también
entre los tres mejores. Además, se entregará un millón de pesos entre los tres mejores
arrieros, 800 mil pesos entre las dos mejores música de fonda, 500 mil pesos
entre los dos arrieros mejor ataviados, 500 mil pesos entre los dos primeros
trovadores, cuenteros, arreglo floral y plato típico y, 400 mil pesos a la
mejor mula de carga.
Los municipios que
encontrará
Durante el recorrido podrá
disfrutar conociendo las fondas
representativas de los municipios de las subregiones del departamento
Antioqueño y algunos corregimientos, aunque el departamento cuanta con 125
municipios, sólo estarán presentes: Alejandría,
Amagá, Andes, Anorí, Anzá, Argelia, Barbosa, Betania, Buriticá, Cañasgordas,
Caracolí, Copacabana, El Bagre, El Santuario, Girardota, Guatapé, Heliconia,
Ituango, La Pintada ,
Nariño, Puerto Berrio, Puerto Nare, Sabaneta, Salgar, San Carlos, San Luis, San
Rafael, Santa Bárbara, Segovia, Sonsón, Sopetrán, Támesis, Tarazá, Titiribí,
Yalí, Yarumal, Yondó y Zaragoza, los corregimientos de San Antonio de Prado y
Altavista. Además, de las fondas de comestibles y licor, restaurantes, El Gaula de la Policía , y la oficina de
Corpo 70, que es la entidad organizadora.
En todos los municipios le harán la invitación
para que participe en las Fiestas y
Carnavales.
Un paseo en tren o en mula
Si el visitante desea
hacer el recorrido a lomo de mula o en caballo por sólo $5.000 puede sentirse
como un arriero mientras galopa frente a
las fondas o por la parte posterior desde donde se divisa el curso del río Medellín en sentido sur-norte,
viajando en medio de los rieles del antiguo ferrocarril de Antioquia.
Pero si también se antoja
de experimentar las sensaciones de montar en uno de los vagones del ferrocarril dispuesto para
el evento, por $10.000 puede viajar
desde el Puente de Guayaquil y la Estación Aguacatala
del Metro, en tanto los rieles están paralelos a los del ferrocarril. El viaje
se convierte en una aventura inolvidable
animado por papayeros, chirimías, decoración típica y
lo fundamental es la alegría de los viajeros, entre quienes se
encuentran adultos y abuelitos que
evocan sus momentos de infancia, o
también jóvenes y niños a quienes sus abuelos les han relatado sus viajes en
“el caballito de acero” como también es conocido el ferrocarril.