¿Cómo es la Ciudadela Universitaria entre las 7:00 y las 8:00 am?
Universidad de Antioquia-Sede Medellín
De lunes a viernes, el Alma Mater adquiere vida desde
las 5:45 a.m. hasta
aproximadamente las 8:30 p.m en el área conocida como la ciudadela
universitaria, vitalidad que no se
extiende solo a las aulas para las
clases sino que también, implica los demás espacios donde
confluyen estudiantes, empleados y
trabajadores, lugares que adquieren un valor significativo en tanto generan usos,
sentidos de pertenencia y
miradas muy interesantes,
que quizás para la mayoría de los estudiantes y profesores
que cruzan por sus senderos en medio de la prisa contra el tiempo, pueden pasar
desapercibidos o ser poco valorados, pero que desde el presente
relato, adquieren un valor especial.
Entre tanto, los sábados en ese mismo horario, se vive la
magia con la llegada de los niños y sus
padres que asisten a los grupos de estimulación temprana
o a
las clases de deportes, al igual
que se observa a los adultos mayores
practicar su deporte y compartir entre
amigos el encuentro de cada sábado. Y pese a que los domingos, la vitalidad de la
ciudadela también sería interesante de
describir, en el presente texto, se dará
prioridad a los hechos ocurridos de lunes a viernes.
Las porterías son ese primer lugar de encuentro, en donde
se observan a los trabajadores, vigilantes, estudiantes, y visitantes
intercambiar los primeros saludos del día, la revisión del bolso, del carro o
la moto, la presentación del carnet y la
formulación de las preguntas básicas de carácter informativo ¿Dónde está
ubicado x ó y lugar?; y desde allí, son varios los senderos que llevan al caminante hacia el centro de la
ciudadela o hasta los lugares más importantes según las necesidades e
intereses.
Es por ello,
muy valioso narrar la experiencia de un estudiante, un profesor o
un visitante que recorra la ciudadela entre las 7:00 y las 8:00, a fin de
destacar la funcionalidad de los lugares más representativos: la biblioteca
central, el museo, el coliseo y su área deportiva, el bloque administrativo, el TAL ( teatro al aire libre), las
cafeterías y sus corredores y por
supuesto, las fotocopiadoras.
En el caso de la biblioteca central ubicada en el corazón de la ciudadela, mientras los
estudiantes esperan la apertura en el horario indicado (7:00 a.m.), se va
tejiendo el conocimiento en sus
alrededores donde es común observar a quienes
en las mesas de estudio inician su día
en compañía de los libros y documentos, algunos muy despiertos y otros
con algo de sueño.
Cerca de la biblioteca se encuentra el museo
universitario que inicia labores a las 8:00 a.m. pero sus escalas y corredores
son habitadas desde la salida del sol
por estudiantes que en medio de una taza de café o un cigarrillo, le dan la última hojeada al documento antes
del parcial o realizan alguna consulta,
labor que se ve favorecida por el
silencio habitual de la zona aledaña al
bloque de la Escuela
de Idiomas y la parte posterior, ya que quien se ubique en el costado cercano a
la facultad de artes, tendrá la oportunidad de escuchar una bella música de los
estudiantes.
Continuando con el recorrido, las fotocopiadoras ubicadas
cerca de la plazoleta central adquieren vida de puertas para dentro y hacia fuera, ya que lugares tan comunes como
Utopía, Coesdua, Caos, La mona y Monin también juegan un papel muy
importante, debido a que frente a las ventanas de madera se observan largas
filas de
estudiantes que esperan la apertura del servicio para acceder a los
documentos, ya sea que se hallen
apurados por motivos laborales, o porque requieren los textos para la clase de
las 8:00 a.m.
Pero no sólo las fotocopiadoras tienen esa gran demanda
en dicho lapso de tiempo, pues de igual
modo, se aprecia en Coesdua y Utopía, la solicitud en el servicio de elaboración de
cartas, trabajos por computador, quemadas de CD’s y llamadas a celulares.
Y como en la ciudadela es fácil encontrar gente y
lugares para todos, se aprecia a quienes esperan con ansia la apertura
de papelerías como las del Turco, Caos,
Coesdua, la sede de la Precooperativa Prospectiva , la tienda
Universitaria y la librería en el Bloque 22, para hacer las primeras
compras del día: un CD, un cuaderno, un
portaminas, unos guantes, y demás objetos propios de la vida estudiantil.
Los computadores también madrugan con la universidad, ya
que por ejemplo, en la facultad de ingeniería, bloque 18, han sido ubicadas desde el año 2005, cuatro
terminales con computadores integrados por el monitor, el teclado y el mouse,
las cuales son visitadas por estudiantes desde antes de las 7:00 a.m. y tienen
gran cantidad de “clientes”, pese a que sólo se puede revisar el correo,
visitar la página de la universidad, ingresar al catálogo de la biblioteca, y
no está permitido grabar en unidad de
disquete.
Igualmente, los lunes cada quince días, es característico
observar en el balcón del bloque 22, una fila de estudiantes interesados en la matricula de los cursos del
CCI (Centro de Capacitación de Internet), cuya oficina abre a las 8:00 a.m. la
concurrencia de estudiantes obedece a la
variedad y calidad de los cursos
gratuitos ofertados en el área de la
informática básica, la programación de
sistemas y los principales programas para el diseño gráfico.
También en lugares básicos como los puestos de
información localizados en los bloques 16 (Administrativo) y 9 (Educación),
entre las 7:00 y la 8:00 se observa a los primeros curiosos y porque no,
gomosos del cine, las tertulias, conferencias,
y demás actividades en las que
pueden participar con la boletas que son entregadas en dichos puntos, por ello,
ante la espera de que el reloj marque las 8:00 a.m. se leen las carteleras,
observan los afiches y hasta llevan
volantes.
Pero la vida vespertina
en la universidad no es sólo para las actividades académicas, sino
también para el disfrute de la
conversación con los amigos, ya sean profesores o estudiantes y es por ello, que entre las 7:00 y las 8:00 en los
reconocidos lugares: “Kokorico, Guayaquilito, Pastelitos, Juguitos, la de
artes, la de derecho, la de comunicación, etc” se escucha intensamente el sonido de la caja
registradora, los pedidos y las ollas en
las cafeterías, y con ello, los murmullos, risas, carcajadas y comentarios de
quienes entre tinto y cigarrillo, o en medio del desayuno, tienen su primer
encuentro tanto en las mesas y sillas nuevas de metal como en las tradicionales
jardineras.
El deporte, tiene
su espacio en el área universitaria entre
los madrugadores, y es así como en el coliseo se hallan los estudiantes que practican deportes como el
taekondo y el baloncesto, cuyos entrenamientos son a esa hora.
Entre tanto, las canchas de tenis de campo, la cancha “aeropuerto” , las gradas y la
circunvalar son también el escenario de los
practicantes del deporte de manera libre y de quienes pertenecen a un
club o liga de la universidad.
Y mientras, los estudiantes y los profesores inician su
día entre libros y morrales,
trabajadores de los servicios de
aseo, desarrollan su labor para brindar
a los primeros habitantes de la
universidad, un espacio limpio y acogedor, y de paso, disponen todo adecuadamente en las oficinas para la
llegada de los empleados que desde las 7:30 aproximadamente empiezan a acercarse.
De esta manera, es posible apreciar la variedad de
experiencias de la vida estudiantil entra las 7:00 y las 8:00 a.m., las
enunciadas en este texto suelen ser las más representativas, pero probablemente, un caminante que disfrute la universidad en esa hora,
encontrará más apreciaciones igualmente válidas.