miércoles

Municipio de Itagui


Itagüí durante el 2006: 
Alcaldía  y organismos de seguridad  luchan contra los altos índices de la delincuencia


























* Los delitos son cometidos por jóvenes entre los 15 y los 25 años de edad.
*  En Itagüí están ubicadas dos cárceles, pero no hay una municipal
* Homicidio, hurto calificado, extorsión a conductores y “vacunas” a los habitantes son los principales delitos



“Itagüí fue el municipio más violento del Área Metropolitana durante el segundo semestre del 2005 con 85 muertos”, ese fue el balance realizado por la Fiscalía General de La Nación al registrarse numerosas muertes violentas con el 62% producidas con arma de fuego, 17%  por fallecimiento en hospitales y sin causa conocida, 10% en accidentes de tránsito, 6% por arma blanca, 2% por arma contundente, 1% por explosivos y 2% por otros tipos.
La preocupación de la Secretaría de Gobierno encargada del tema de Seguridad en el municipio y de la Policía, no se hizo esperar, y el propósito fue reducir esos índices de delincuencia. Hoy trascurrido el primer semestre del 2006, las autoridades realizan un balance para analizar los logros y deficiencias en Seguridad.  


Muertes y más delitos
La administración del alcalde Carlos Arturo Betancur  centró de inmediato la atención en  el 62% de muertes por arma de fuego, sumado a las denuncias por hurto de vehículos, las extorsiones  en las zonas de las ladrilleras, las “vacunas” de vigilancia en los barrios y  a los conductores de transporte público, delitos en los cuales hay alarmante número de menores de edad involucrados que resultan  absueltos ante la flexibilidad del Código del Menor vigente en Colombia. 
Esta situación de violencia se registra  debido a la presencia de  combos y bandas que  luchan por la territorialidad de ciertas zonas: “En el municipio hay bandas claramente identificadas con las cuales se ha tratado de hacer un proceso de reinserción a la vida civil”, así lo confirmó Norberto Colorado, Subsecretario de Convivencia Ciudadana del Municipio.  

Muchos jóvenes delinquen
Debido a que se identificó el gran numero de menores de edad que trabajan al servicio de las bandas y combos, los cuales son contratados  para “cruces como matar y extorsionar” y quedan en libertad por la flexibilidad del Código del menor, el alcalde, la Secretaría de Gobierno Municipal, la Policía y PROAM (Programa de atención al menor infractor y su  familia) debieron intensificar su labor para   garantizar el orden público y disminuir la violencia, con miras a que en el reporte semestral su acción

Una gran zona para cuidar
Itagüí está formado por la cabecera municipal, que comprende 64 barrios, y la zona  rural integrada por 8 veredas: La Verde (conocida como La María), Los Olivares, El Rosario (Loma de Los Zuleta), El Pedregal, EL Progreso, Los Gómez, El Ajizal y El Porvenir., y de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial, la zona urbana se divide en 6 comunas y las 8 Veredas están  integradas en un corregimiento.
Dicha extensión  territorial  sumada  a 243.069 habitantes hace que la policía del comando municipal se quede corta para  velar por el orden público, y para ello han tomado medidas como la señalización del territorio en 12 cuadrantes que integran los  barrios y  veredas,  sumado al refuerzo que reciben cada  fin de semana por parte de la Policía Metropolitana que les envía policías de la  FD (Fuerza Disponible) entre el viernes a las 6:00 p.m. y el lunes a las 7:00 a.m.Actualmente se está gestionando el ingreso  permanente de 30 efectivos de la Policía  con las autoridades  de Medellín.

Medidas en las zonas rojas
De acuerdo con los reportes de Secretaría de Gobierno durante el 2006 se ha incrementado el pie de fuerza en los barrios  donde se han presentado enfrentamientos de bandas que operan  para el cobro de vigilancia privada, vacunas a los transportadores,  y la lucha por la territorialidad.
Así mismo, se han ubicado los CAI (Centro de Atención Inmediata)  cerca de los sitios neurálgicos, como es en el barrio San Pío, en Guayabal cerca de la Central Mayorista, en el parque principal y en los límites de Itagüí y la Estrella, porque allí se  ha identificado que cubre  barrios importantes en materia de inseguridad.

Balance positivo en el 2006
El Subintendente Osorio informó  que ha nivel general se ha notado una gran disminución en la tasa de homicidios del municipio, al cual fue de 212 en el 2003, 126 en el 2004; logrando disminuir  en un 41% con respecto al año anterior y 102 en el 2005, con una disminución de un 52% en la tasa inicial  que recibió  la alcaldía de Betancur en el 2004.
El positivo balance se ha logrado  gracias a  la inversión hecha por el alcalde con 201.438.780 millones de  pesos para el desarrollo del Plan  de Seguridad Municipal, reflejado en las acciones  de la policía  con la implementación de  las llamadas “Zonas Seguras” para focalizar la atención de la Policía, y ello ha permitido las siguientes capturas: 2545 en flagrancia 74 por orden judicial, 2 subversivos de la guerrilla, 2 miembros de las autodefensas, 1 reinsertado.
En cuanto  a incautaciones se ha logrado: 201.738 mercancías recuperadas, 155 motos, 131.904 mercancías incautadas, 702 armas de fuego, 1345 gramos de cocaína, 499.439 gramos de marihuana, y 14.209 gramos de base de coca; pero el  compromiso es continuar con los operativos y las capturas

La  función de la policía 
Itagüí cuenta con un comando de policía desde el 10 de marzo de 1995, ubicado en cercanías al parque principal, y además existen puestos fijos de vigilancia en la Cárcel de Máxima Seguridad ubicada en el barrio San Francisco,  el CAMI (Centro Administrativo Municipal de Itagüí), las sedes políticas, y se han inaugurado 2 de los 4 CAI (Centro de Atención Inmediata) localizados en sitios estratégicos, y en “zonas rojas” como el CAI ubicado al iniciar el territorio del municipio cerca al Parque las Chimeneas en la Avenida Guayabal, donde la cercanía a la Central Mayorista, la Vía de la Moda y el barrio El Guayabo concentran peligrosidad. 
De acuerdo con el Subintendente Huver Osorio Correa “En el comando de la policía de Itagüí funcionan  3 turnos: de 7:00 a.m. - 1:00 p.m.,  de 1:00p.m. a 8:00 p.m., y de 8:00 p.m. hasta las 7:00 a.m, cumpliendo funciones dentro y fuera del comando como centinelas, refuerzo, radioperadores, o en las áreas de reacción inmediata, vigilancia o  policía comunitaria  en los barrios.
En la rutina de un policía está el llegar al comando para iniciar su turno, allí debe realizar tres actividades: la formación, donde se les revisa el uniforme y el arma de dotación; las consignas donde reciben el informe sobre la moto o la patrulla que utilizarán en el turno;   y las novedades  donde el Subintendente entrega el reporte de los actos delictivos de las últimas 24 horas y asigna los cambios de patrullaje o las responsabilidades necesarias.”
Los policías “pasan revista permanentemente durante el turno que les corresponde”  ya sea en moto o en la patrulla, y  envían informes al comando, y durante la semana el comandante se reúne con las autoridades de la Policía Metropolitana y el Secretario de Gobierno  para revisar el estado de la seguridad en el municipio,” ratificó el Subintendente Osorio.

Otras medidas de seguridad en Itagüí
A la Secretaría de Gobierno se han unido los organismos de seguridad  y el Tránsito Municipal  desarrollando operativos conjuntos que incluyen retenes  móviles  y fijos, patrullajes, control de establecimientos públicos, control al expendio de drogas y licor a menores, reubicación de los venteros ambulantes, con el fin de capturar delincuentes  y decomisar armas, municiones, explosivos y drogas.
La administración ha implementado el Programa del Buen Vecino, Los consejos de seguridad comunitaria, la instalación y activación de las alarmas comunitarias en las zonas comerciales,  la puesta en marcha de la Red Integrada de Comunicaciones, RIC, a la cual pueden acceder industrias y negocios mediante la instalación de cámaras de video,  para tener una comunicación rápida y efectiva con el comando de policía.
Así mismo, se  ha fortalecido  el Comité Local de Emergencias, CLE, se han fomentado actividades ecológicas y deportivas en torno a la paz.

Itagüí sin cárcel propia
 “Pese a que Itagüí cuenta desde 1992 con una cárcel departamental llamada Yarumito, por el barrio en que está ubicada  y otra de Máxima Seguridad  en el barrio San Francisco, el municipio no tiene donde recluir a los sindicados  que deben estar presos”, expresó De acuerdo con Maria Eugenia Ardila Ospina, secretaría del Secretario de Gobierno Municipal.
Todo obedece a que históricamente Itagüí tuvo una pequeña cárcel municipal en el parque principal, pero en 1992 la Administración  de ese momento, construyó lo que sería una mejor cárcel municipal en un terreno privilegiado por su extensión y condiciones de seguridad, una zona verde en las montañas del barrio San Francisco. Pero en 1992, el Ministerio de Justicia Nacional aprovechando las  ventajas de la Cárcel de San Francisco, dispuso la compra al municipio para convertirla en Penitenciaría Nacional, y se pensó en la construcción de otra cárcel en el sector de Yarumito, la cual también fue acondicionada por el Departamento de Antioquia para  la detención de los  funcionarios públicos que delinquen.
Dada la situación, Itagüí quedó sin cárcel propia y como  en 1992 los delitos en el municipio eran mínimos, se  fueron llevando los presos a la cárcel de Bellavista. Pero como allá no hay “cama para tanta gente”, el cupo para Itagüí se agotó y por este motivo, la Alcaldía  de Héctor Arboleda (1999-2001) celebró un convenio con el Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) para que recibiera a los sindicados  y condenados de Itagüí en las cárceles Bellavista y El Buen Pastor bajo condiciones dignas de vida.
Sin embargo, el hacinamiento de dichos reclusorios llevó a la Personería de Itagüí, a interponer en el 2002  una acción de tutela contra la alcaldía de Carlos Mario Serna por el inadecuado albergue de los capturados. 
El  Tribunal Superior de Antioquia falló indicando que la administración tenía  un plazo de tres años  para adquirir un terreno y construir la cárcel municipal, plazo que venció el 20 de marzo de 2005 sin que se haya hecho efectivo el plazo, porque como lo expresa Norberto Colorado, Subsecretario de Convivencia Ciudadana: “pese a que la ley exige la construcción de una cárcel municipal, es inconcebible una tercera cárcel pues la de Máxima Seguridad y la de Yarumito están ubicadas en cercanías a barrios y eso ha generado mucho temor en la población, venta de los predios y exigencia de mayor despliegue de fuerza militar para evitar motines y enfrentamientos que afecten a los lugareños”  

Convenio con otras cárceles
“ Al asumir la alcaldía 2004-2007 Carlos Arturo Betancur, también rechazó el fallo por considerar que Itagüí dejaría de ser La Ciudad Industrial de Colombia  para convertirse en “La ciudad carcelaria  del país”, por ello el Concejo Municipal aprobó un acuerdo que facultó al alcalde  para comprometer vigencias futuras  hasta el año 2014 y firmar el convenio con la cárcel del municipio de La Estrella y Bello para albergar allí a un cupo de 30 detenidos  preventivamente  en Itagüí” informó la secretaria Ardila
La alcaldía celebró el convenio con el INPEC y las cárceles municipales  y departamentales para la manutención de los detenidos trasladados desde el Comando de Policía de Itagüí a las penitenciarias.
En el primer semestre del 2006, en la cárcel del Municipio de La Estrella  se ha prestado el servicio de albergue  a 24 personas sindicadas privadas de la libertad  y en la actualidad se encuentran 10. Se iniciaron adecuaciones locativas  por valor de $95.00.000 a través de la Secretaría de Obras Públicas.En la Cárcel San Quintín de Bello se ha prestado el servicio de albergue a 23 personas sindicadas y en la actualidad permanecen 13.Así mismo, la de Sabaneta ha albergado a dos personas y la de Envigado a 1.
De todos modos, el alcalde Betancur ha tenido que  gestionar ante el Ministerio del Interior  la construcción de  un pabellón anexo a la Cárcel de Máxima Seguridad para los sindicados del municipio, pero aún no hay una respuesta clara, y mientras se obtiene el fallo, la alcaldía  trata de fortalecer los programas de prevención de la delincuencia en los menores y la colaboración de la población para denunciar.

Jóvenes y adultos capturados
Cuando la policía captura a un delincuente ya sea joven o adulto, el primer paso es la lectura de los derechos de captura que va acompañado de la firma, la huella y los documentos personales, y debido a que  en los calabozos del comando sólo hay albergue para 10 personas y de recibir más se tornaría insalubre, nadie puede permanecer detenido allí; por ello, el comando es un sitio transitorio de retención y según la gravedad del delito, el detenido es remitido a la Fiscalía, donde se define si se envía a la cárcel de la Estrella o si se solicita el cupo en la cárcel de Bellavista.
Pero en el caso de los menores el asunto  no es tan sencillo porque a ellos se les debe proteger más su vida, y  la decisión de a dónde enviarlos no depende sólo de la Fiscalía sino  de entidades como el ICBF, la Comisaría de Familia o la Defensoría del Pueblo, que buscan antes que la judicialización del capturado, su  resocialización, labor que no ha sido fácil porque el municipio siempre ha remitido a los jóvenes a La  Pola y en el Centro San José, pero el cupo es limitado (120) ya que son centros que atienden a infractores del municipio y el departamento.

Atención al menor infractor
Debido a  que  la mayoría de los delitos son cometidos por personas entre los 15 y los 25 años, este panorama, Itagüí creó el 15 de septiembre de 1998 a PROAM (Programa de Atención al Menor Infractor y a su familia)  que cuenta con el apoyo del  ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), así como los jueces de menores y de familia, que los remiten  a  uno de dos programas: La libertad asistida  para los infractores de la ley penal, o La protección al joven en riesgo sociofamiliar.

Programa de libertad asistida en PROAM
Giovanny Ángel Blandón es Pedagogo reeducador de La Universidad Luis Amigó y se  ha desempeñado como el coordinador de PROAM desde hace  cinco años, y  explicó: “La libertad asistida es un programa orientado a 64 menores infractores de Ley Penal (cupo mensual) entre los 12 y los 17 años, y se reconoce como una “medida ambulatoria”  porque los jóvenes continúan viviendo en sus casas y asisten a la sede de PROAM  durante dos o tres horas semanales, para un total de 10 intervenciones  mensuales. Aquí llegan remitidos por  el ICBF, las comisarías de familia  y los juzgados de menores, no porque los padres a nivel particular los quieran traer”
La primera parte del proceso se denomina: Amonestación familiar, donde se  cita a la familia del menor para dialogar sobre la infracción cometida, y establecer   compromisos por escrito para el acompañamiento del proceso de resocialización, además se solicita la documentación respectiva  de los padres y el joven para abrir el historial.
La segunda fase es la llamada Amonestación económica que se presenta sólo cuando el joven reincide en el delito, y debe pagar una fianza, la tercera fase es la intervención integral   del pedagogo reeducador quien  trata de reorientar la norma en el joven, la trabajadora social que se ocupa de identificar los referentes de riesgo que pueden llevarlo a que recaiga como: el consumo de drogas  psicoaactivas, la violencia intrafamiliar, la banda del barrio, etc
En promedio el tiempo de acompañamiento puede durar  un año y PROAM tiene autorización del ICBF para atender  el cupo de  64 jóvenes infractores durante el mes, ya que esa es la capacidad para girar los recursos desde el Gobierno. El 80% de los jóvenes que ingresan son hombres y el 20% mujeres.

Desintoxicación en CARISMA
En caso de que  bajo el programa de Libertad Asistida se requiera  tratamiento para la desintoxicación del joven, se remite al centro CARISMA donde se adopta una medida de “internado”  para el tratamiento.
Al finalizar esta  etapa del centro CARISMA envían los informes a PROAM, donde se hacen una evaluación y se determina si el joven ha cumplido con los objetivos propuestos, y puede volver a la vida en sociedad, mostrándole diferentes opciones de vida  fuera de la delincuencia. En la sede de PROAM el menor puede practicar deporte en la piscina, en el gimnasio, en las zonas verdes,  asistir a talleres de  formación personal, seminarios sobre autoestima y sexualidad responsable, etc.

Programa :Jóvenes en riesgo  socioafectivo
PROAM recibe a los niños y  jóvenes  entre 7 y 18 años de edad que son remitidos por el ICBF, el colegio o la comisaría de familia, en casos de maltrato físico, violencia intrafamiliar, abandono de los padres, venta y consumo de estupefacientes, etc. Pero sólo tiene cupo para 26 personas mensualmente, lo cual se torna imposible de manejar porque  hasta el momento el cupo excede a los 40 remitidos.
 Al respecto, Ángel Blandón expresa: “Los  rectores de los colegios de Itagüí creen  que la solución ante un menor que delinque  en el colegio o que tiene problemas de indisciplina, consumo de drogas, etc es enviarlo  directamente a PROAM, sin antes hacer un proceso de acompañamiento educativo para ayudar a que se resocialize desde el colegio. Además, no hay cupo para tanta gente, y el propósito es prevenir la delincuencia juvenil y  no simplemente  castigarlos”.
PROAM insiste  en que se requiere  la cooperación de la familia, el Estado, los colegios, y las entidades municipales porque hay tres puntos difíciles: la reinserción educativa  debido a la estigmatización de los jóvenes, la reinserción social y la familiar  por tratarse de muchachos rechazados y enviados de nuevo a la delincuencia.

Equipo  interdisciplinario
En PROAM se adelanta un proceso con tres profesionales: un psicólogo,  una trabajadora social y un pedagogo reeducador, a los cuales se une la Secretaría de Bienestar Social de Itagüí., y cuenta con dos orientaciones: La libertad asistida para el menor infractor de la ley penal y La protección al joven en riesgo que es remitido por el ICBF.
El programa es  cofinanciado  por la Alcaldía municipal  y el ICBF, por eso PROAM envía el reporte mensual  al ICBF a modo de cuenta de cobro  firmada por el alcalde del municipio a fin de  cubrir todos los gastos  de los funcionarios  y los jóvenes atendidos. 

Resocialización, empleo y educación
El objetivo de PROAM es continuar  recuperando la vida de los menores delincuentes  para que puedan volver a su colegio o tengan oportunidades laborales, por eso ofrece talleres de formación ocupacional  en áreas de corte, confección, marroquinería, panadería, reparación y mantenimiento de computadores, mecánica automotriz,  e invitan a las empresas del municipio para que brinde una oportunidad laboral a estos jóvenes, así como esperan seguir contando con el apoyo del SENA, y otras entidades de formación. 

La Secretaría de Gobierno Municipal
La seguridad en Itagüí la coordina el Secretaria de Gobierno León  Mario Bedoya López, entidad que tiene como función velar por la conservación del orden público mediante la solución pacífica de conflictos, el control del uso del espacio público y la interacción con la administración de justicia, apoyando a los organismos de justicia y estimulando el mantenimiento de la fuerza pública; también, garantizar el funcionamiento de centros de conciliación municipal y comisarías de familia.
Está conformada por cuatro áreas que son:
-Concertación Familiar: busca la preservación de la estabilidad familiar y ejecuta acciones de derecho familiar que permitan conciliar los conflictos intrafamiliares.
-Convivencia Familiar: elabora documentos que soportan la representación judicial, proyecta las respuestas a los derechos de petición y los recursos de competencia de la oficina y elabora informes de seguimiento a los negocios jurídicos de la oficina.
-Concertación Ciudadana: canaliza la información enviada y recibida en la inspección, facilitando la oportunidad en los trámites, además orienta a los usuarios de acuerdo con el servicio solicitado y apoya las prácticas de diligencias.
La Secretaría elabora mensualmente unos informes  donde registran  elementos como: las quejas y consultas a la policía, el numero de delitos mensuales, el  registro del Comité Local de Emergencias,  las consultas  a las comisarías de familia, el registro de prestación de servicios a la comunidad, el registro de programas educativos para la comunidad (jóvenes),etc.